Una Cuestión de Vida o Muerte. By Claudia Luna

Una Cuestión de Vida o Muerte. By Claudia Luna

No hacen falta más sabios, ni más líderes, ni más eruditos, ni más intelectuales, ni más psicólogos, ni más coaches, ni más maestros, ni más genios, ni más monjes, ni más religiosos, ni más filósofos, ni más iluminados. Hacen falta amantes. 

Solo hace falta más amor... 

Como Claude Steiner señala, La más obvia —pero también la más obviada— de las soluciones posibles que tenemos a nuestra disposición, el Amor, resulta una emoción despreciada y en peligro de extinción. 

Como él mismo indica, «…están proliferando los patrones culturales del cinismo y la soledad, y se están situando como obstáculos para nuestras capacidades y habilidades para amar».

El amor conlleva el desarrollo de muchas de nuestras aptitudes más valiosas ya que demanda comprensión, inteligencia, empatía y sobre todo honestidad. Como Steiner afirma, «El amor es una fuerza para la acción colectiva en nombre de la libertad y del poder de las personas». 

Y es el amor lo que debemos cuidar y fomentar a toda costa. Es cuestión de vida o muerte. 

Porque sin amor todo esto carecería inmediatamente de sentido. 

Se volvería el mundo un contrato, un intercambio de favores, un trueque de soledades. 

Las personas están tan carentes de Amor, que se han vuelto neuróticas, cínicas, inconsistentes, especuladoras, falsas, apáticas, grises.

Nos hemos ido acostumbrando de a poco a las faltas de caricias, de gestos amorosos, de verdaderos encuentros, de una comunicación basada en la verdad. 

Solo hay choques de cuerpos, choques de ideas, choques de personas. 

No hay genuinos encuentros, donde mi alma besa tu alma, mi ser ama a tu ser. 

Solo hay seres que muertos de miedo se agrupan, se unen, se juntan, para amortiguar la soledad por un rato, o por una vida, para olvidarse del hecho de una muerte segura, y para soportar esta angustia existencial. 

Y siempre la falta de autenticidad trae aparejada la neurosis, las manías, los complejos, el vacío, y el desamor 

El amor solo se produce desde la conciencia. Solo seres conscientes pueden encontrarse sin necesitarse. Solo para amarse, para darse con una entrega incondicional. Otra palabra que ya tampoco se usa. 

El Amor es nuestra única salida. Porque es la puerta de acceso de la conciencia. 

Para eso debo recobrar mi salud, atreverme a sufrir de una vez y sacarme ya ese peso de eternos conflictos no resueltos. 

El Amor es la solución más acertada y además la única posible, para sanarnos y elevar nuestro campo energético hacia una conciencia superior. 

Las personas viven sus vidas según guiones limitadores decididos en su infancia, dice Steiner, sobre la base de influencias externas sobre la persona joven. «La gente nace príncipe o princesa hasta que sus padres los convierten en ranas».

Las caricias, la unidad social de reconocimiento, son esenciales para la supervivencia. «Si no te acarician se te secará la médula». 

 La gente está obligada por sus guiones a jugar juegos psicológicos para, en parte, conseguir las caricias necesarias. «Los juegos sustituyen a la intimidad». 

Steiner en su best-seller, Los Juegos en que participamos (1964), presenta el concepto de caricia: 

«Una caricia es la unidad fundamental de la acción social... un acto que implica el reconocimiento de la presencia de otra persona». 

El amor es la fuerza de poder fundamental en las relaciones humanas. La transacción básica de amor es la caricia positiva. 

 La escasez de amor es el resultado de una «economía de caricias» reforzada por el estado del yo del Padre Crítico, que mantiene a las personas impotentes, deprimidas, temerosas y desesperadas. 

Dice Steiner "Las personas hambrientas de caricias buscarán y aceptarán caricias negativas, necesarias pero emocionalmente debilitadoras, cuando no sean capaces de obtener caricias positivas."

 Las caricias negativas se generan al participar en juegos psicológicos y al representar los tres papeles fundamentales de los juegos; Salvador, Perseguidor y Víctima. 

Derrotar a la economía de caricias al aprender a dar y recibir libremente las caricias positivas hace a los juegos innecesarios como fuente de caricias y ayuda a las personas a zafarse de sus guiones. 

 Solo desde la conciencia los poderes innatos del amor de la persona queden libres para desarrollarse.

Retornemos a nosotros mismos y recuperemos nuestra capacidad de amar. Empecemos a cambiar el mundo. 

El amor es el punto de partida, camino y el destino. Tú y yo somos el amor. 

En una parte de mi libro que saldrá si Dios así lo quiere, en Julio, escribí:

"Yo no manipulo, no espero retribución, no me enfado si no me aceptan. No juego juegos mentales ni me victimizo, ni me juzgo, ni te juzgo. Yo no negocio caricias, ni pierdo el tiempo en interminables seducciones y muestras lúdicas de poder. Yo simplemente amo" 

Con Amor 

Claudia Luna 🌹 

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