Como no reflexionar en el día de la patria.
Y me pregunto: cuantos patriotas quedan..? Cuantos cruzarían cordilleras, moverían multitudes a la plaza de Mayo, pelearían batallas para salvar la patria...
Cuantos de nosotros, que no hacemos política, que no entendemos mucho de las medidas de los gobiernos o de la confirmación exacta de los poderes del estado, somos, aun así, patriotas..?
Y la realidad me golpea fuerte y me deja casi sin aire...
La mayoría, como diría Leopoldo Marechal, engordamos frente a grasientos asadores, mientras en otros lados están construyendo un destino.
Y nos quedamos callados cuando vemos como impunemente deshonran nuestra patria.
Tenia 12 años cuando escribí mi primer discurso en la escuela para un acto patrio. Aún recuerdo alguna de sus oraciones:
- "Porque perder una batalla no significa perder la vida, y porque fracasar no es morir sino volver a empezar"...
Decía algo así aquella niña idealista que yo era, la que cuidaba celosamente sus notas para no perderme ni una vez, ser quien en cada acto llevara la bandera...
Donde esta esa niña..?
Treinta años han pasado y debo reconoced que a veces, mas veces de las que quiero admitir, la he perdido. La he ignorado, la silencie para escuchar solo a los adultos con
Tristes voces de desencantos.
Me pregunto también, cuantos de ustedes olvidaron a esos niños que fueron, a esos niños de guardapolvos blancos que cantaban la marcha de San Lorenzo y gritaban hasta el cansancio " Las Malvinas Son Argentinas"...
Te propongo algo. Juguemos hoy un juego. Regresemos a ese día de medias tres cuartos, de mochilas repletas de sueños, regresemos a ese patio y le preguntemos a ese niño que quería... Que era lo que querías que yo sea..? Que yo haga..?
Nuestra patria necesita de esos niños, en tu cuerpo de adulto. Necesita de pureza, de ideales, necesita a los patriotas.
En cada lugar que te encuentres, en lo poco o en lo mucho que hagas. Lleva contigo a ese niño, a tu escuela, a tus héroes, a tu bandera.
La patria necesita de tus manos y también de tus ideas. De tu fe y tu esperanza.
Y cuando la crisis te agobie y te quieran alcanzar las garras de la falta de confianza en ti, en tu país, solo ignora ese coro de voces de fracaso.
Tu enarbola en alto tu bandera, sabiendo que lo único que podemos hacer para cambiar nuestra historia, es cambiar desde adentro. Movernos nosotros del lugar de la espera, y hacer patria.
Y que no te confundan unos pocos pesimistas, estamos a tiempo, siempre se esta a tiempo de lograr los sueños, de vivir en el lugar que nos merecemos.
Argentina, Argentum, un nombre define un destino... Nuestro destino es un metal precioso, la Plata. Desde el origen de nuestro nombre aprendamos el valor que nuestra tierra tiene y seamos en nuestro accionar dignos de ella.
Para que no nos conozcan solo por Maradona, Máxima o nuestro querido Papa Francisco. Sino para que donde pise un Argentino, y por el modo de comportarnos, se deje un ejemplo de humildad y de grandeza.
No le sueltes la mano a ese niño. Recuérdale que es un héroe. Recuérdale que es necesario.
Coronados de Gloria vivamos,
O juremos con gloria morir!
Viva la Patria!
Claudia Luna
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