La verdadera sanación, no es un lugar al que hay que llegar, ni un estado al que hay que aspirar, es un acto de amor. Amor incondicional a mí mismo, tal cual soy.
Espero puedas dejar ir el deseo permanente de curación y la constante búsqueda por progresar y ser mejor y así aceptarte, amarte en la más profunda intimidad de tu alma, para poder sentir la presencia de tu verdadero ser.
Y ver que nada te falta, que eres uno con el universo y tienes el ADN de Dios.
Claudia Luna
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