martes, 21 de febrero de 2017

Oración hacia el Ángel


Tú mi amigo celestial, mi Angel.
Tú que me has conducido a la tierra,
y me conducirás a través del portal de la muerte,
a la patria espiritual del alma humana.
Tú que conoces los caminos hace milenios,
no dejes de iluminarme, de robustecerme,
de aconsejarme para que pueda surgir
como fortalecido receptáculo del destino,
del entrelazador fuego del destino,
y aprenda a llenarme cada vez mas,
con el sentido de las divinas metas del mundo.
      
                                    Rudolf Steiner



La expansión de la vida misma es esperanza… certidumbre divina… 

En tiempos de marcado individualismo exasperado, materialismo y exceso de conectividad virtual sin real y sólida  comunicación, es necesario que la humanidad reconozca su capacidad para redescubrir seres celestiales, mensajeros de luz, y de amor como los ángeles. 

Cuando nos vamos despegando del ego y emprendemos un viaje hacia un conocimiento más profundo de la realidad que nos ayude en la transfiguración de nosotros mismos, hacia una versión más espiritual, comenzamos a tener una comunicación extrasensorial más nítida con todos los seres que vibran con la misma intensidad nuestra. 

Entramos en el campo de las posibilidades infinitas, donde nuestros sentidos dejan ya de gobernarnos y nuestra alma deja de estar separada del espíritu del mundo y de todas aquellas almas afines. 

No se puede ver a Dios porque no vibramos en su misma frecuencia. 
Pero cuanto más alta es nuestra onda vibratoria, cuanto más cerca estamos de la luz, más podemos percibir con el cuerpo, con la mente y con el ser, aquellos seres luminosos y de amor que son los angeles.

La racionalidad exasperada nos deja incapaces de descubrir su aspecto trascendente, su verdadera naturaleza celestial.


El hombre tiene la necesidad de recibir las cosas de Dios a través de la naturaleza del alma, la única que tiene el sentido espiritual, la única capaz de formar la iluminación e infundirlo al intelecto. 

Los ángeles puede actuar como instrumentos de conocimiento, como vehículo de revelación, como paso de ingreso para una comprensión mejor, y hacernos iniciar aquel viaje ascendente a través de Dios.

"El alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa." 

San Juan de la Cruz 

Bendiciones

Claudia Luna 🙏🌹

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