Dios dice en el Coran. "Hay entre tú y yo 70.000 velos, y entre Yo y tu, ninguno".
El que se aleja mentalmente crea una distancia tan cierta como si fuese real.
Así como el tiempo es una ilusión de la mente, también el espacio lo es.
Es la mente la que nos separa de Dios y del otro. De nuestros seres queridos que ya no están en el plano físico, cuando en realidad viven en nosotros y nosotros en ellos. Nunca se fueron porque nunca vinieron. Todos vivimos en una comunión de almas que se disuelve en la mente que se aparta y segrega, que se aísla y se retrae, contándose historias, creando mundos inexistentes y perdiéndose del único mundo real: "La Conciencia".
En este mundo mental, lleno de fantasías, anticipación, arrepentimientos, dudas, supuestas enemistades, búsquedas del éxito, de llegar a algún lado...
En este mundo que nos hemos creado, donde somos víctima o victimarios, héroes o villanos, triunfadores o perdedores, buenos o malos...
En este mundo que es locura y desamor. Viven miles de personas atrapados en la carcaza de un cuerpo herido, en un cuerpo de muerte.
Y me pierdo de mí mismo y me olvido quien soy, y me compro la película y me creo la ficción, y me envuelvo en dramas y problemas que desafían mi ego, que me invitan a sufrir, que me distraen de la realidad y me confunden hasta ya ni saber quién soy, que hago aquí, y porque estoy vivo.
"No te enamores de los huesos, busca el espíritu....Transforma tu cuerpo entero en visión, hazte mirada."
Nos susurra Rumi
La verdad es la fragancia del alma, es siempre calma, no es nunca guerra. La verdad se cuela entre las grietas de los pensamientos, se filtra en mi entendimiento hasta deshacerme para re crearme en el amor, para elevarme por encima de todas las mentiras de la mente.
Desde los chamanes aztecas y los indios africanos hasta todas las filosofías orientales y las religiones, todas tienen el mismo fin: entender la vida, eliminar el sufrimiento, conocerse a uno mismo.
A traves del autoconocimiento y el amor, se consigue reflejar y amar el todo.
Ya lo decía Sócrates, "Conócete a ti Mismo", y esa sola frase lo hizo inmortal.
Porque quien se conoce a sí mismo, conoce a Dios.
Me despido con una frase sufí:
"La mitad de lo que digo no sirve para nada, pero lo digo para que la otra mitad pueda llegar a ti."
Con Amor,
Claudia Luna. 🌹
A través de mis enseñanzas exploramos el intenso mundo de los milagros, de la intensa practica espiritual para sanarte, de los Ángeles de Dios, del sufismo, del yoga de la base en común todas las religiones y filosofías orientales, de los grandes maestros de la humanidad en una armoniosa síntesis que te lleva del sufrimiento a la paz. De la dispersión y ansiedad a la concentración y la relajación. Del miedo a la confianza, de la ira a la aceptación, de la inconsciencia al amor...
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Bendiciones 🙏
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