martes, 15 de noviembre de 2016

Hoy es un día Único ... By Claudia Luna


Hoy es un día único. By Claudia Luna

Recuerdo cada vez que leía este tipo de afirmación y me preguntaba cómo hacer para que este día sea único. 

Muchas veces leemos frases como "hoy es un día único", "vive este día como si fuese el último de tu vida", "olvida el pasado y el futuro, solo tienes hoy", y muchas más 

Y no sabemos cómo hacer para que lo cotidiano se convierta en sublime 
Para que este trayecto hacia el trabajo sea un momento de reflexión, tal vez meditar en el tren, soñar o escribir ... 

Quizás mientras les cocino a mis hijos, les cuento un cuento lleno de fe y esperanza, tal vez escucho y canto una canción de mi adolescencia que me vuelve fresco, que me vuelve joven 

Mientras lavo la ropa veo cómo han crecido los niños y siento un profundo agradecimiento por tenerlos sanos 

O escucho el ruido del agua saliendo del grifo llena de fuerza, de vida y la miro, miro la transparencia y pureza del agua, y me pregunto de dónde viene hasta llegar a mi... A ese espacio en donde las cosas domésticas se mezclan con los milagros 

Tal vez en mi oficina tapada de papeles o de números, los miro como claves que me permiten descubrir secretos y señales que la vida me envía codificados. Y entonces ya no son unos simples papeles o unos simples números, sino un laberinto o crucigrama para ser resuelto. 

Y mientras hago mis actividades cotidianas, me relajo y no me apuro como siempre lo hago, respeto mis tiempos y los movimientos de mi cuerpo, que mis pasos me lleven a su ritmo. Nada es urgente.

Y entonces descubro que no tengo que escalar grandes montañas o dar besos de películas o cruzar el océano o ganar una medalla, o ser famoso, o ser admirado, o hacer grandes proezas para que mi día sea único y hermoso 

Solo necesito ser consciente del hecho de que los milagros están en lo cotidiano, ver con el alma lo que hasta hoy veía con los ojos, sentir, oler, degustar la vida en sus detalles, en sus rincones. 

Preparar un baño con mi amor, y acordarnos de cuando no podíamos estar sin tocarnos, sin amarnos y volver a ese instante. 
O tomar un baño sola si las circunstancias de la vida así lo decidieron, y no plantearme nada. Por ese instante no buscar respuestas, solo sentir el agua acariciando mi piel. 

Quizás que el día sea único, significa en realidad que me baste. Que me alcance. Sumergirme en el y perder la noción del resto del tiempo. Y tener amnesia del pasado e imaginar, solo por hoy, que no hay futuro, que estoy yo solita con este día para mí. 

Qué hago con esa aventura de 24 horas..? 
Qué puedo pintar con estos colores en esta pared en blanco que me invita a crear. 

Como descubro la magia en las cosas comunes, descifro la vida en las caras de mis seres amados y encuentro la alegría en las pequeñas cosas...? 

Quizás pueda tomar un camino en mi cuidad y descubrir un lugar que no conocía, o una vista distinta de la cuidad, o escribir en algún árbol un secreto, y sonreír cada vez que pase cerca porque nadie más que yo lo sabe... 
O dejar que otro me vea, me vea como soy, sin esconderme. 

Tal vez si se puede picar ajos mientras se dan besos sublimes, o meditar en el camino al supermercado, o no esperar tanto de mí ni de los otros, y si luchar por mis sueños, pero no, con ansiedad y desgarro, sino con calma y desapego, con fe.

Y a este día nuevo y eterno, y a estas horas que son un regalo de Dios, ya que otros mejores que yo han muerto y yo sigo vivo por algún motivo que tal vez aún desconozco, a este día no voy a entregarlo tan fácilmente. Me volveré este día, y todo mi ser fluirá en el, salga como salga. Es mío. 

Y luego cuando ya se termine, cerrare mis ojos sabiendo que hice lo que sentí, lo que pude, y lo entregaré a la vida, emocionada de recibir al día siguiente un día nuevo, para volver a intentar 

Claudia Luna

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