Todo lo que buscas eres tú.
Has vivido confundido muchos años, tal vez toda la vida, pensando que quieres y necesitas cosas fuera de ti para alcanzar la felicidad.
Una persona, un trabajo, una casa, un amor, un país determinado, un libro, un hijo, un título, viajar, un mentor, una meta.
Piensas que cuando obtengas lo que quieras, entonces encontraras paz.
La paz vive en ti. Cubierta con años de polvo acumulado por pisarla con tus zapatos llenos de tierra de tanto recorrer caminos erróneos.
Aprisionada con letras y más letras, palabras y más palabras, libros, declaraciones, consejos, enseñanzas, que no te permiten ver y encontrar el más simple de los conceptos, que no está escrito en ningún lado, sino que está impreso en ti.
Aturdida en medio de los ruidos del día a día, esperando correr los fines de semana hacia la naturaleza, o que no haya nadie alrededor para poder meditar, o que anochezca para que todos se callen y puedas conseguir ese preciado silencio.
Esa paz, que es el bien más preciado, porque con paz puedes vivir en la conciencia y puedes tomar decisiones más acertadas, esa paz está allí, reside en ti.
Nunca te abandonó, tú la abandonaste.
En alguna esquina la olvidaste, en algunas de las vueltas de la vida dejaste de escuchar tu silencio.
Ansioso y entretenido con las formas, sus pensamientos y manifestaciones, con una mente que no sabe quedarse quieta porque necesita constante estimulación.
Necesitamos tanto. Tanto !! Esto y aquello. Eso y un poco más...
Pero nunca nuestro ego hambriento pareciera estar conforme.
Desea más. Más de lo que tal vez consiga temporalmente, pero que luego se acaba. Y hasta lo que se tiene un día ya no estará allí, porque las formas desaparecen. Todas.
Y esa necesidad nos aleja de la fuente, que es absoluta abundancia, que es satisfacción de todos los bienes, el origen y el fin de la paz
Como dice Jesus en el Nuevo Testamento, "Busca el reino de Dios y todo lo demás añadido será"...
Ese reino vive en ti, en el núcleo de tu alma. Allí está lo que busca, y allí ha estado siempre.
No necesitas de nada ni de nadie para encontrar la felicidad, la paz, el amor y la abundancia.
Por qué vives como un mendigo..? Mendigando aquí y allá por limosnas de bienes que no se comparan con todo aquello que ya posees...?
Por qué suplicas amor, atención y cariño , si posees el mayor amor que jamás existirá, y vive allí en ti, y se manifiesta en una infinidad de formas una vez que comprendes esta verdad.
Buda decía: "Tres cosas no se pueden esconder: el sol, la luna y la verdad."
Cuando comprendas esto, encuentres la verdad que vive en ti, nada te faltará, y encontraras esa paz que necesita tu mente y tu cuerpo para calmarse.
Pero aún más importante, entraras al reino de todas las posibilidades, al manantial de la abundancia sin límites, donde nada necesitas porque lo tienes todo.
Hágase la Paz! Que así sea !
Claudia Luna
No hay comentarios:
Publicar un comentario