Atribuimos la causa de nuestro dolor a determinados hechos o circunstancias por la que nuestra "FORMA exterior", es decir el vestido o el recipiente de nuestro SER, y todas sus emociones psicológicas, atraviesan.
El dolor y el miedo surgen cuando no estamos conectados con nuestro ser interior. El dolor es en realidad el sufrir por no poder ser UNO con UNO mismo.
Cuando no hemos logrado conectarnos con nuestro ser interior, el ego busca personas, busca relaciones, busca cosas, que le hagan apaciguar el estado de descontento y fastidio que le provocan el estar desconectado con su ser interior.
Cuando esas cosas se pierden, esas personas nos abandonan, "traicionan", o simplemente no nos aman, el EGO sufre. Y allí surge todo ese rencor y hostilidad subyacente, muchas veces ocultas, y pensamos que eso es el causante de nuestro dolor, cuando el verdadero causante es la desconexión con nuestro ser. El no ser UNO con mi ser interior
Claudia Luna
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