Saber no es suficiente. Debes ahora hacerlo.
Es tu obsesión de planearlo todo, de tener todas las respuestas, de "entender", de encontrarle la lógica a las cosas, la que se resiste a entregarse completamente al flujo de la vida, a la fuerza creadora del poder superior.
Es esa falta de humildad, ese espejismo de ser artífices de nuestras vidas y de creer que podemos solos, de que todo está bien, cuando en realidad nos callamos y seguimos permitiendo que traumas no resueltos y pensamientos tóxicos nos arruinen la vida.
Y es que nos hemos acostumbrado a vivir mal. A ver como normales situaciones que son terribles, a no llorar cuando nos duele, a no pedir ayuda cuando las cosas nos superan, a quedarnos inmóviles ante situaciones insostenibles.
Y así nos vamos volviendo cada vez más cínicos. Cada vez nos quedamos más en la superficie porque bajar a la profundidad de nuestro ser es doloroso y nos aterra el dolor.
Sabes por qué la gente que está muy mal no quiere verse ..?
Porque provoca un dolor muy grande la culpa de asumir que tal vez se ha hecho mucho tiempo, mucho daño, a sí misma y a los otros, y no quiere ! No quiere sentir esa culpa, no quiere asumir, no quiere ese dolor.
No quiere tomar en cuenta que se han ido ya muchos años en vivir mal. Prefiere seguir viviendo mal y nunca enterase !!
La ignorancia tiene mucho de comodidad.
Pero es una comodidad entre comillas, porque el que no se logra conocer a si mismo y encontrarse, volverse conciencia, sufre más que el que decide sufrir de una vez y superarlo todo.
Nos hemos vuelvo especialistas en amortiguar el dolor. Distraídos con las redes sociales, con el alcohol, con el sexo, con la novela de las 8 ... Con todo aquello que nos venga bien para no tener que hacer el trabajo de entender nuestra vida desde la conciencia, para ser felices de una vez, con lo que tenemos, con nuestra historia tal cual es, con el presente que nos toca.
Pero somos como niños caprichosos y tercos, ciegos...
No podemos ver que nuestra alma quiere más, está sedienta de conciencia, quiere iluminarte, quiere darte paz, no autos, ni casas, ni hombres o mujeres, ni atención, ni satisfacer al ego.
Tu alma quiere pulirte para que brilles como un diamante y seas reflejo de luz en el mundo.
Como dijo un autor que no recuerdo bien quién era... Por qué no te planteas que tal vez nuestros sueños están aquí para ser rotos, y nuestros planes están aqui para desmoronarse, y nuestros mañanas están aqui para disolverse en el hoy, y quizás todo esto es solo una gigante invitación para despertar del sueño de separación, para despertar del espejismo de control, y abrazar con todo el corazón lo que está presente.
Quizás todo es una llamada a la compasión, a abrazar profundamente este universo en toda su felicidad y su dolor y su agridulce gloria. Tal vez nunca estuvimos realmente en control de nuestras vidas, y tal vez se nos invita constantemente a recordarlo, ya que constantemente lo olvidamos.
Tal vez el sufrimiento no es el enemigo en absoluto, y en su centro, hay una lección en tiempo real, de primera mano, que hay que aprender, si vamos a ser verdaderamente humanos y verdaderamente divinos.
Quizás toda ruptura contiene siempre un avance.
Quizás el sufrimiento es simplemente un derecho de paso, no una prueba o un castigo, ni un signo indicador de algo en el futuro o en el pasado, sino un puntero directo al misterio de la existencia misma, aquí y ahora. Tal vez la vida no puede ir "mal" en absoluto.
Por qué no te planteas que el mundo es como Es. Que tu vida es como Es. Y que a todos en mayor o menor medida nos toca sufrir, pero que tenemos también una luz muy fuerte en nuestro interior para iluminar nuestro camino y el de los otros. Qué estamos juntos en este barco que se dirige a la misma meta, y vamos aquí aprendiendo, compartiendo ideas y buscando paz, amor, felicidad. Y no hay mucho que se pueda hacer con lo que ya pasó, más que aceptarlo.
Aceptar que las cosas no salieron exactamente como uno quería y mirar y abrazar las que si salieron bien y exhalar el aire que nos sobra de preocupaciones y aspirar aire nuevo, lleno de esperanza y de nuevos tiempos
Nos vemos allí
Con amor
Claudia Luna
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